Monday, October 30, 2006

16 Muchachitos a correr...


Es vergonzoso saber que el gobierno federal haya permitido a un grupo de revoltosos como son los integrantes de la Asamblea de los Pueblos de Oaxaca hayan mantenido secuestrado el Centro Histórico de tan bella ciudad.

No es posible que un movimiento originalmente iniciado con demandas magisteriales se haya convertido en una cueva de insurrectos y oportunistas, de mediocres jodidos y pendejos, de mugrosos contra la intolerancia, pero intolerantes en esencia.

¿Acaso no les da vergüenza saber que reprobaron la mayoría de ellos cuando un reportero del diario La Crónica de Hoy les aplicó un examen y no supieron ni cuál era la capital de Suiza?

Pero qué tal usaron de escudo a las mujeres cuando llegaron las bestias (otros traumados y acomplejados) de la Policía Federal Preventiva cubiertos con caretas, escudos y un pinche garrote para calmar a los insurrectos.

Entonces sí, todos esos "valientes" parecía terminaban de jugar Burro 16 y todos dijeron "16 muchachitos a correr". Sólo hay que ver las imágenes para cagarse de la de ver a esos sujetos temerosos y algunos a punto del llanto.



Recuerdo aquel 6 de febrero de 2000, cuando las mismas bestias ingresaron a Ciudad Universitaria para acabar con una estúpida huelga, organizada y liderada por estúpidos personajes (cómo olvidar al Mosh y la mugre que le negaba tener ideas, seguido por otro grupúscolo de pseudo-izquierdistas), todos se volvieron un puñado de deshuevados.

A pesar de que ha existido una larga tradición de gente que ha luchado por la igualdad social, el respeto a las leyes y toda esa injusticia, los mexicanos no se caracterizan por ser una raza resistente. Por ejemplo, ahí está el caso de Cuauhtémoc Cárdenas que con todo y el apoyo del pueblo, prefirio una oficina a la resistencia.

Y qué decir de Andrés Manuel López Obrador y quienes lo apoyamos, pero nunca estuvimos de acuerdo en las movilizaciones estúpidas de una señora que pensamos inteligente (Doña Elena Poniatowska), bloqueando el pago en los súpermercados.

O qué ocurrió con el Rafael Sebastián Guillén Vicente (alias subcomandante Marcos) y su grupito de indígenas alquilados.

En fin, allá y los pobres e ignorantes que no quieren ver más allá que Televisa, porque siendo sincero es tanta su ignorancia que prefieren juntar a lo largo de toda su vida con tal de que su hija tenga "sus felices 15", aunque vivan toda la vida en un finca de adobe.

Por último, sólo deseo que vean cómo un APPO intentaba quitarle su "chulo bonete" al burro que se lo hizo perdedizo.

Tuesday, October 24, 2006

Desesperanza

Es tan difícil estar alegre. Para algunos ese estado de ánimo resulta tan inexplicable como indescifrable. Para otros, es una forma de vida. Los hay que viven de ella y otros con ella. Resulta innegable que todos la buscan, aunque no se hayan dado cuenta que está a su lado.

También deambulan por este mundo algunos pesimistas, defensores de la depresión a ultranza que se aferran a ella y creen que sólo así podrían contiunuar con insípida vida. Que lástima por ellos.

igual de vergonzoso resulta quienes andan por las calles con una sonrisa en el rostro. Ja. Como si eso fuera la alegría (prima hermana de la felicidad). No, no y no.

Es inadmisible aceptar que eso sea la alegría. Entonces, ¿dónde queda la llegada de un hijo, que nos borra la sonrisa del rostro, nos humedece los ojos y nos deja como idiotizados? ¿Còmo llamar al estado de ánimo que genera un orgasmo o una eyaculación? ¿De que forma es posible referirnos a la sensación que genera un amancer en la playa?

En todos esos casos (y algunos otros), hay felicidad, sin sonrisa. Nuestro rostro toma otras dimensiones, otras expresiones.

Al final de cuentas, cada uno sabe de sus miedos, sus frustraciones y sus alegrías. De momento, sólo me queda decir que no he podido encontrar la respuesta certera a una de mis muchas dudas. (Esto lo escribo, mientras tengo el rostro inexprsivo).

Thursday, October 12, 2006

¿Chismosos o periodistas?

Es vergonzoso lo que ha ocurrido con el periodismo, no sólo en México sino en el mundo entero. A últimas fechas, los pseudoreporteros o peor aún, los autoproclamados periodistas, se han convertido en una partida de chismosos.

Te preguntarás cuál es la diferencia. Sencilla, para ser periodista o reportero se requieren estudios en Periodismo o por lo menos en Ciencias de la Comunicación. Ambas carreras son distintas, aunque para la mayoría no existe diferencia.

En cambio, para ser chismoso, sólo se requiere suficiente tiempo libre, capacidad de invensión y saber difundir una mentira o un supuesto.

¿Verdad que existe diferencia?

Seguro ahora te surgieron muchas interrogantes, pero vayamos por partes.

Los acontecimientos ocurridos el pasado martes 11 de octubre en Manhattan, Estados Unidos, donde una avioneta se estrelló contra un edificio, lo cual generó un pánico inmediato en todos los estadounidenses que ahora sí se saben vulnerables, me demostró lo que venía sospechando. En México, ya no hay periodistas o reporteros con la capacidad de sólo difundir información veraz, sino que se han convertido en verdaderos creadores de pánico y mentiras.



Como saben, el "periodista" Joaquín López Dóriga, tiene su espacio noticioso en Radio Fórmula por la tarde, justo cuando ocurrió el accidente aereo. Escuché tantas suposiciones, que pensé haberme equivocado de estación o de horario y estar oyendo a Amira o a Karen Lara "La Reina de la Magia Blanca".

Que si se trató de un atentado, que si era un accidente, que si ya habían cerrado los aeropuertos, que si el edificio estaba colapsado, que si había muertos y heridos, que si era un avión, una avioneta o un helicóptero, que si ya habían reportado fallas, en fin cuantas supociones te puedas imaginar.

Debo recordarles que estudié periodismo en la Máxima Casa de Estudios (la UNAM), y por fortuna, tuve y aproveché a unos excelentes maestros, ellos me enseñaron que no es lo mismo estudiar esa carrera a la de Ciencias de la Comunicación. La diferencia principal es que uno estudia cada género periodístico por separado (nota informativa, crónica, entrevista, columna, artículo, etcétera), además de una larga lista de diferencia.

Por el otro lado, quienes estudian Ciencias de la Comunicación ven los géneros periodísticos en general: de opinión e informativo, así de general. La diferencia radica entre la Contaduría y la Administración de Empresas. ¿Verdad que hay diferencias?

Bueno, si un abogado exige ser llamado licenciado, lo mismo que un contador o un médico o ingeniero. Periodistas sólo son aquellos que estudian Periodismo. Nadie más.

Empero, hay quienes estudian Periodismo, pero no saben ni buscar la información, no saben entrevistar, charlar, no tienen contactos con el exterior, desconocen el idioma español, no hablan ninguna otra lengua, no leen, no escuchan, en fin, son ignorantes con estudios.

Existe un rubro aparte. Los colaboradores de los diarios, la televisión o radiodifusoras. Muchos de ellos son doctos en ciertos temas, estudiosos que su sapiencia les otorga el derecho (y obliga a los medios informativos) a tener su propio espacio para difundir sus conocimientos.

También los hay quienes llevan décadas buscando información, destapando las mentiras de los gobiernos y observando agudamente los acontecimientos diarios, pero que por su edad no pudieron estudiar Periodismo, en cambio, sí lo son, porrque saben de cierto cómo se maneja esta profesión. A ellos todo mi respeto y admiración.

Ahora bien, quienes somos profesionales de la información (que tampoco somos profesionistas), sabemos que nuestra responsabilidad es sólo hablar de acontecimientos comprobados, de hechos verídicos, nunca suposiciones.

Esa es la diferencia entre el chisme, el rumor o la noticia informativa.

Es vergonzoso escuchar frases como "tensa calma", "multitudinaria", "más sin embargo" y otra serie de frases que sólo reflejan ignorancia de una persona cuya responsabilidad es difundir noticias y el manejo correcto del idioma que está hablando.

Otro ejemplo es el vergonzoso Eduardo Salazar, durante la guerra de Irak, quien no salió a buscar información, sino sólo se conformó a transmitir desde su habitación de hotel y, peor aún, cuando lo trasladaron a otro punto de la ciudad, sólo dijo "Joaquín, no sé donde estamos"... Que pena y que desperdicio, conozco personas que sin haber estado en Irak, lo conoce perfectamente.

Bueno, ya estuvo bien de tanta queja por hoy.

Wednesday, October 04, 2006

Vete leve...


Te devuelvo todo lo que eres. Tus horas robadas, tus días lentos, tus mentiras a medias, tus deseos reprimidos, tus ansias apagadas, tus besos sin sabor, tus sentidos dormidos, tu olfato alterado, tus llamadas interrumpidas, tus paseos en círculo, tus historias inverosímiles, tus excusas sin fundamento, tus canciones silenciadas, tu visión postergada y tu carne blanda.

Me quedo con lo que fuiste, así, en pasado. Los momentos felices, los días divertidos, las verdades totales, tu deseo siempre ardiente, tus ansias de mi, tus besos apasionados, tus sentidos vivaces, tu olfato espía, tus eternas llamadas, tus paseos sobre el mar infinito, tus historias increíbles, tus excusas divertidas, tus canciones desentonadas, tu visión del mañana y tu carne tensa.

A final de cuentas, he descubierto que eres igual que cualquier otro ser humano. Dos ojos, dos piernas, una boca, una nariz, un corazón y un cerebro. Pero, ¿sabes qué amé de ti? Tu ser.

He descubierto, que sólo te amé en pasado.

(Fotografía: ECM)

Tuesday, October 03, 2006

Basta de porros...

No, no me refiero a los cigarros de mariguana, sino a toda esa clase de parásitos mal llamados estudiantes, revoltosos, haraganes, inservibles, borregos, dominados e inadaptados.

Los mismos que cada 2 de octubre toman las calles, pintan las bardas, asaltan tiendas, rompen cristales de autos, atracan a los transeuntes y todo por memorar (más no conmemorar, porque ni siquiera saben cuál es la diferencia) el 2 de octubre de 1968.


Aún no vivía en aquellos años, pero mi saber histórico y de mexicano, me obliga a conocer los acontecimientos pasados en mi país y el mundo. Ese 2 de octubre de 1968, mi familia vivía en una barrio llamado San Álvaro, muy cerca del Casco de Santo Tomás, la Ciudad Universitaria del Politécnico.

La apatía de mis hermanos por acontecimientos políticos, los absolvió de participar en esas protestas, a pesar de que sólo dos estaban en el nivel medio superior de sus estudios.

25 años más tarde, el 2 de octubre de 1993, acudí a la develación de una estela con los nombres de algunos participantes a ese mítico mitin del '68, que dejó un número incuantificable de muertos y desaparecidos. El acto, me quitó las ganas de volver a otro. No hubo nada nuevo, sólo discursos, como los presidenciales, sólo que esa ocasión en contra del gobierno. No satisfizo mis necesidades de cambio.

En ese 1993, el Presidente era Ernesto Zedillo, personaje muy ajeno a Gustavo Díaz Ordaz, mandatario mexicano que ordenó la masacre de Tlatelolco.

Años más tarde, en la Universidad, me acerqué a un grupo de pseudo estudiantes (eso lo descubriría después), para hacerles llegar mis propuestas. Había leído algunos artículos sobre las protestas realizadas en Irlanda para memorar aquel "Domingo Sangriento" (sí, U2 le compuso una canción, igual que Alex Lora al 2 de octubre; o la de "aquel mayo turbulento" (como lo definiría Julio Cortázar), y copié algunas de las conclusiones de los debates de aquel año.

Por ejemplo, que cada semestre los alumnos evaluaran a sus profesores y si uno recibía dos reprobaciones consecutivas, fuera expulsado de la escuela. Así, los encargados de la educación buscaría mejorar sus sistemas. (El salario no es problema, en Oaxaca, los maestros ganan más que un maestro en Argentina o Chile, pero la calidad es muy distinta).

Otra idea fue analizar a qué rubros se les podían quitar recursos para destinarlos a la educación, con el fin de mejorar instalaciones (aunque siendo honestos la UNAM tiene un microscopio para cada estudiante, en cambio, escuelas particulares prestan hasta uno por cada seis o siete personas).

Nunca hicieron caso de mis ideas. Incluso, creo que les causaron gracia. Aprendí que esos inútiles nunca llegarían a nada. Me alejé de inmediato (la mala suerte se pega con mucha más facilidad que la buena suerte).

Este 2 de octubre de 2006, nada cambió. Fueron las mismas consignas con otros protestantes, con otros inconformes e inadaptados.

Los unos, el Consejo General de Huelga; los otros, macheteros de San Salvador Atenco. Los primeros, surgieron de la huelga que mantuvo secuestrada a la Máxima Casa de Estudios entre mayo de 1999 y febrero de 2000. Los segundos, defendieron una causa justa (sus tierras) pero se han convertido en un grupo violento que blande machetes cuando así lo desea.

Ninguna de las tres causas tienen nada que ver con la lucha del 2 de octubre. Es más, ni el pliego petitorio de aquel año era para mejoras de la educación, sino plenamente político.

Es una lástima que todo continúe igual. Y eso, nunca cambiará.