Friday, February 21, 2014

¿Qué buscan Dish-MVS-Telmex-Televisa-TV Azteca?




En 1990, cuando el gobierno de Carlos Salinas dio la concesión de Telmex a Carlos Salinas, las condiciones de las telecomunicaciones eran muy distintas a las que ocurren 24 años después. En aquellos días era inexistente el llamado ‘triple play’ (teléfono, internet y televisión), por lo que su licencia no los contemplaba.

Resulta lógico que, en una economía de mercado, incluso las concesiones se adecúen a los tiempos, necesidades y avances tecnológicos. La duda que surge es ¿porqué los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón ni de Enrique Peña han cambiado el documento a Telmex para que ofrezca este servicio? La respuesta es simple. Televisa se niega a que así sea, no quiere competencia.

Carlos Slim se hizo del monopolio telefónico nacional de manera muy sospechosa. Lo mismo que Emilio Azcárraga Jean, y su padre y abuelo, han conservado beneficios hacendarios, han impuesto presidentes, hecho estrellas de televisión pero, sobre todo, dominan la mente del colectivo.

Si bien es cierto que el acuerdo entre MVS-Dish-Telmex no es sólo de facturación, como lo tratan de hacer ver, Carlos Slim no ha negado su intención de conseguir canales de televisión abierta, además de ofrecer este servicio privado.

Como comunicador, reportero y periodista considero indispensable abrir un nuevo espacio televisivo con lo que se mejoraría la competencia y se acabaría con el verdadero monopolio de Televisa, porque TV Azteca, de Ricardo Salinas Pliego, fracasó estrepitosamente y poco a poco se dirige a su quiebra financiera, porque de credibilidad ambas televisoras no tienen nada, al menos entre un importante sector.

Lo que resulta preocupante es que Slim, Azcárraga, Salinas y los Vargas se dediquen a desacreditarse pero no de manera directa. Para eso utilizan a sus empleados, lo mismo Joaquín López Dóriga que Javier Alatorre o Carmen Ariztegui. Estos personajes, cada uno a su estilo, dañan gravemente la imagen de los periodistas y exhiben con cinismo de lo que son capaces con tal de conservar su empleo y ‘poder’.

Ahora bien, la ley de telecomunicaciones obliga (sí obliga) a los cableros a ofrecer dentro de sus paquetes la señal de los canales de televisión abierta, ante lo cual surge la pregunta: “Si alguien contrata el servicio de paga ¿es porqué desea ver Televisa y TV Azteca?” Yo creo que no. Un espectador que suscribe un contrato con Cablevisión, Sky o Dish, o cualquiera otra, es porque desea un panorama más amplio.

Aunque es un ‘plus’ para el televidente contar con canales internacionales y los nacionales que, sin costo podrías ver aunque con una pésima calidad en la señal porque ¿no han notado que todos los canales de Televisa, TV Azteca y televisión pública se ven pésimos y se requiere un decodificador para mejorar la señal cuando antes era suficiente una antena aérea?

Otro asunto que debe tenerse en cuenta es que la autoridad competente, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, no ha salido a calmar los ánimos entre los voraces empresarios. Les ha dejado paso libre, mientras la población sólo escucha sin comprender lo que ocurre y porqué discuten Slim-Azcárraga.

Por lo que considero necesario que los comisionados del IFT emitan una resolución pronta; que a Slim se le cambie el título concesión y que Azcárraga pague impuestos. Es lo mínimo que un ciudadano puedo exigir a quien ejerce el gobierno.

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