Para quienes no tienen madre...

Les pido, como primera petición para leer las siguiente líneas, olvidar quién encabeza la resistencia civil, para poder tener una idea clara del sufrimiento que deberán padecer los luchadores que bloquearon las avenidas Juárez y Reforma, así como la calle de Madero y el Zócalo capitalino.

Durante 46 días, la mayoría de esa gente (que no toda, porque es innegable que mucha fue obligada), tuvo el corazón conectado a su estómago. Abandonó sus hogares, dejó a su familia, todo por luchar por una causa, por un ideal, por la justicia que heredará a su gente.

Todo ser humano, en un momento determinado, debe luchar por un mejor país. Es penoso escuchar a las personas denostar una propuesta económica, cuando son incapaces de despegar la nariz del televisor, para no perder un sólo paso del concurso de moda. Empero, celebran la derrota, el fraude, reprueban los bloqueos y se burlan de quienes "tienen secuestrada nuestra ciudad".

Esa gente que luchó por una causa, ahora regresará a su casa, derrotada, sin resultados a su favor y será víctima de burlas, de marginación, de chistes que le harán sentir mal, como una perdedora.

Si es joven, seguramente les será difícil conseguir empleo, si los patrones se llegan a enterar que participó en la resistencia civil, porque no desean "revoltosos en sus empresas".

Ahora, ellos se convertirán en sinónimo de mugre, desorden, desobediencia y toda clase de adjetivos calificativos denigrantes. El resto del país, no los querrá, no los aceptará y los señalará.

Pero, ¿qué ocurre cuando alguien comete algún delito, deja en la miseria al pueblo, los hunde en el desempleo, no les construye casas, carreteras, escuelas, hospitales y menos universidades, pero purga su condena y sale libre?

Para ellos, todo el perdón y la gracia del señor, se les cree readaptados, "se les da una nueva oportunidad", en cambio la resistencia civil siempre será rehcazada.

Aún peor, esos políticos a quienes se les vio llenando ambiciosamente sus bolsillos con fajos de billetes, aquel gobernador que ordenó la detención de una luchadora social que había denunciado pedofilia, o el otro ex gobernador que vistió de Faizán y oro a su esposa francesa.

Ellos siguen gozando el producto de lo robado, paseándose por las mejores playas del mundo para ellos tmabién todo el perdón y la gracia del señor.

Piensa, no debemos permitir que un partido político, vinculado con la iglesia y los empresarios, dividan a los mexicanos, es válido no coincidir con la propuesta, pero primero debemos informarnos y, sobre todo, luchar por el respeto a la ley, al designio de la mayoría.

A últimas fechas he escuchado a mucha gente decir "qué bueno que le robaron la elección, imagínate qué hubiera hecho de haber sido Presidente". El colmo de la ignorancia y la inmoralidad.

¿Cómo puede aplaudirse el robo, la falta de respeto a la decisión de la mayoría, la injusticia y la ilegalidad? Eso es no tener madre...